Comisiones Obreras de Extremadura | 9 mayo 2024.

Hay mano de obra, lo que faltan son salarios y condiciones de trabajo dignas

  • Artículo en el diario Hoy

Encarna Chacón. Secretaria general de CCOO de Extremadura

07/10/2023.
Artículo de Encarna Chacón

Artículo de Encarna Chacón

No, señores de la patronal extremeña, no continúen con el mantra de que “hay falta de mano de obra en Extremadura”, como vienen asegurando de manera reiterada. No dejan de repetir que falta de mano de obra en la agricultura, en la hostelería, en la construcción y en los servicios de la dependencia y en ello insistían en la información del diario Hoy del día 1 de este mismo mes. Eso no es cierto por mucho que lo repitan y ustedes sabrán que intereses esconden detrás de esta afirmación.

Decir que falta mano de obra en una región con casi 80.000 personas en paro, es como mínimo, surrealista. Eso sí, Extremadura tiene los costes laborales más bajos y es una de las regiones donde más personas cobran el salario mínimo.

Analizando la situación en los diferentes sectores en los que aseguran que no encuentran mano de obra y empezando por la Hostelería, habría que señalar que se trata de un sector que, tras la pandemia, está incrementando sus beneficios exponencialmente, sin que eso se traduzca en mejoras para sus trabajadores y trabajadoras. El presidente de la patronal de este sector en nuestro país, hace pocos días, se mofaba de la exigencia de condiciones laborales dignas, y mantenía que es intrínseco en el sector equiparar la media jornada a 12 horas de trabajo. “Toda la vida hemos hecho media jornada, de 12 a 12”, decía. Ósea, que queremos trabajadores esclavos, sin regulación laboral, disponibilidad plena, y que sean baratos “como toda la vida”.

Pasando a la Construcción, también con beneficios empresariales importantes, aquí también nos enfrentamos continuamente a problemas. Hay trabajadores y trabajadoras en algunas empresas que son contratados por dos o tres horas y trabajan nueve horas diarias, con un descanso de un solo día a la semana. Son frecuentes, además, irregularidades, como pagar por día trabajado y o despedir y dar de baja en vacaciones, para ahorrarse los costes de estos días. Y en Extremadura, una región de intensas temperaturas, sufrimos también que algunas empresas no respetan en ocasiones la modificación de la jornada por el exceso de calor y la patronal se resiste a prolongar la jornada continua a todo el verano.

Y qué decir del sector agrario, donde tuvimos que ir a una huelga general para exigir que se cumpliera algo tan básico como que se pague el salario mínimo interprofesional. Los salarios son tan bajos que aún hoy en día, muchas personas en Extremadura optan por formar parte de los 15.000 temporeros que desde España participan en la vendimia francesa, donde la retribución mínima es de 11,52 euros a la hora frente a los 6,5 euros a la hora que se ofrece en nuestra región. Las dificultades de la patronal agraria a negociar y acordar el convenio colectivo del sector -de hecho, parte de ella se niega históricamente a firmarlo- y su oposición automática a cualquier mejora laboral, son un lastre para modernizar y hacer más atrayente al sector agroganadero extremeño, cuya relevancia para la región es incuestionable.

Y, por último, el sector de la dependencia, donde de nuevo comprobamos que son las condiciones laborales del sector, es decir, la deficiente calidad de los empleos, lo que supone un problema para interesar y retener a profesionales. Los salarios están por debajo de sus homólogos en el servicio nacional de salud y existe una gran precariedad laboral. La temporalidad es elevada y hay una desproporción de contratos a tiempo parcial, por supuesto, mayoritariamente ocupados por mujeres. La inmensa mayoría de estos contratos son indeseados, llevando a estas trabajadoras al pluriempleo.

A todo esto, hay que sumar una menor protección social, siendo un trabajo duro, que acaba repercutiendo en la salud física y mental de las trabajadoras. De hecho, son muy comunes las lesiones y patologías relacionadas con las enfermedades músculo esqueléticas y altos los riesgos psicosociales por presión y estrés. Estamos hablando por tanto de parcialidad, temporalidad, bajos salarios, indecentes ratios, no sustituciones, trabajo muy feminizado y muy precario. Y, aun así, el empresariado, se extraña de que no haya una multitud de personas deseando trabajar en sus empresas.

Desde CCOO, denunciamos que lo que ocurre en nuestra región es que no hay condiciones dignas. No solo los salarios son bajos y las jornadas irregulares, también la prevención de riesgos en estos sectores es precaria. Lo comprobamos al ver los datos de siniestralidad laboral. Un dato, de enero a agosto de este año se han registrado en nuestra comunidad 15.844 accidentes laborales y 9 accidentes mortales, que se habrían evitado, si se hubiesen cumplido las normas de prevención, algo que es de responsabilidad empresarial.

Señores empresarios, el futuro también está en sus manos. Cambiar estas condiciones precarias, para que sea atractivo trabajar en nuestra comunidad, es una necesidad. Por ello, desde CCOO, les recordamos que es el momento de repartir beneficios a través de subir los salarios. Es una cuestión de justicia, sí, pero también de conveniencia. Para que haya consumo, la economía prospere y las empresas puedan seguir creciendo, hay que mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y las trabajadoras, incrementando los salarios, reduciendo las jornadas y garantizando la salud laboral. Por tanto, abandonen ya la excusa de la falta de mano de obra y hagan una mejor apuesta por la negociación colectiva y, por supuesto, por su cumplimiento